Se presenta denuncia por incumplimiento de la Ley 1/1993, de 13 de abril, de protección de animales domésticos y salvajes en cautividad, de la Comunidad Autónoma de Galicia, la Ley 32/2007, de 7 de noviembre, para el cuidado de los animales, en su explotación, transporte, experimentación y sacrificio y el Real Decreto 348/2000, de 10 de marzo, en base a los siguientes hechos:
En Monte Xiabre, provincia de Pontevedra, se han visto multitud de équidos, que viven en los montes gallegos en estado de semilibertad, a los que sus propietarios les han colocado en las patas delanteras, a modo de cepo, un artilugio de madera de varios centímetros de longitud que limita sus movimientos y les impide correr. Estos cepos, conocidos tradicionalmente como “pexas”, provocan a los caballos lesiones y heridas graves de todo tipo, así como deformaciones, que en ocasiones desembocan en la muerte lenta y cruel de estos animales.
Además del maltrato evidente que suponen las pexas en sí, los caballos sufren la indefensión de no poder huir ante el ataque de depredadores, seres humanos o ante cualquier accidente circunstancial como los incendios forestales de 2006 en los que murieron muchos de estos caballos salvajes.
Estas prácticas ya fueron denunciadas en los últimos años por diversas entidades y colectivos animalistas y ecologistas sin recibir respuesta oficial ni acción efectiva alguna que elimine esta tortura animal, que sigue defendiéndose como tradición.
A todo esto se añade el hecho de que la inmensa mayoría de los caballos que están sueltos en los montes gallegos no disponen de ningún tipo de señal que les identifique, algo que hace imposible localizar a sus dueños y vulnera el Decreto 34/2004, de 29 de enero, por el que se modifica el Decreto 355/1994, de 2 de diciembre, según el cual el ganado equino puede circular en el ámbito de la Comunidad Autónoma de Galicia, únicamente con el Pasaporte o con el documento que cumpla con las exigencias de la Decisión 2000/68/CE, de la Comisión, de 22 de diciembre de 1999, expedido por una autoridad u organización competente.
LIBERA! pide que se sancione al autor o autores de estos hechos y que la Conselleria autonómica exija la identificación de los caballos mediante la implantación de un microchip. Así mismo se pide que se intensifique la vigilancia de los caballos asilvestrados para evitar la colocación de los cepos y que los animales que en la actualidad siguen presos de ellos sean inmediatamente liberados.
LIBERA
En Monte Xiabre, provincia de Pontevedra, se han visto multitud de équidos, que viven en los montes gallegos en estado de semilibertad, a los que sus propietarios les han colocado en las patas delanteras, a modo de cepo, un artilugio de madera de varios centímetros de longitud que limita sus movimientos y les impide correr. Estos cepos, conocidos tradicionalmente como “pexas”, provocan a los caballos lesiones y heridas graves de todo tipo, así como deformaciones, que en ocasiones desembocan en la muerte lenta y cruel de estos animales.
Además del maltrato evidente que suponen las pexas en sí, los caballos sufren la indefensión de no poder huir ante el ataque de depredadores, seres humanos o ante cualquier accidente circunstancial como los incendios forestales de 2006 en los que murieron muchos de estos caballos salvajes.
Estas prácticas ya fueron denunciadas en los últimos años por diversas entidades y colectivos animalistas y ecologistas sin recibir respuesta oficial ni acción efectiva alguna que elimine esta tortura animal, que sigue defendiéndose como tradición.
A todo esto se añade el hecho de que la inmensa mayoría de los caballos que están sueltos en los montes gallegos no disponen de ningún tipo de señal que les identifique, algo que hace imposible localizar a sus dueños y vulnera el Decreto 34/2004, de 29 de enero, por el que se modifica el Decreto 355/1994, de 2 de diciembre, según el cual el ganado equino puede circular en el ámbito de la Comunidad Autónoma de Galicia, únicamente con el Pasaporte o con el documento que cumpla con las exigencias de la Decisión 2000/68/CE, de la Comisión, de 22 de diciembre de 1999, expedido por una autoridad u organización competente.
LIBERA! pide que se sancione al autor o autores de estos hechos y que la Conselleria autonómica exija la identificación de los caballos mediante la implantación de un microchip. Así mismo se pide que se intensifique la vigilancia de los caballos asilvestrados para evitar la colocación de los cepos y que los animales que en la actualidad siguen presos de ellos sean inmediatamente liberados.
LIBERA
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