Ganadería retira del establo "pirata" a los animales muertos, pero no atiende a los vivos



  • La ‘cuadra pirata’ del Alto de El Churi, en Camargo, se convirtió ayer durante todo el día en un hervidero de voluntarios cuyo único objetivo era intentar salvar a las ovejas, burros y caballos abandonados a su suerte por sus propietarios. Y allí se mantuvieron hasta que por la tarde aparecieron los que se reclamaron como propietarios de los caballos, que aseguraron no saber nada de su situación y sostuvieron que se harían cargo de ellos. ««Nos han dicho amablemente que nos fuéramos, que ellos se ocupaban desde ese momento. Nos aseguraron que no sabían nada de la situación, algo difícil de creer...», agregó Toñi Vicente, del Refugio Canino Torres, una de las personas que ayudaba a los animales.

    Por la mañana, un camión de la empresa pública Tracsa, por encargo de la Consejería de Ganadería, retiró a los animales muertos, seis en total entre cerdos, vacas, perros y ovejas. Se retiraron las reses muertas, pero no se atendió a las vivas, eso quedó al albur de la buena voluntad de los que allí acudieron para ayudar, después de conocer que miembros del Seprona habían intervenido el pasado jueves en este establo abandonado, gracias al aviso de algunos particulares. Poco después, sobre las doce de la mañana, se dieron cita en la cuadra medio derruida –falta parte de la techumbre– una quincena de personas –miembros de las asociaciones ProAn, Daya y del Refugio Canino Torres, así como particulares– «que no soportamos que se maltrate a los animales», indicó Guillermo Gómez, vecino de Revilla.

    Los voluntarios pudieron comprobar que una yegua superviviente, que hasta el sábado había compartido espacio con una vaca y una oveja muerta, se había dejado vencer por la falta de fuerzas y se había tumbado, sin que hubiera manera de poder ponerle en pie.

    La cuadra presentaba un panorama desolador, plagada de suciedad, sangre y restos de huesos de animales por todas partes, con un frío intenso ante la falta de techo y sin rastro de cristales ni de puertas.

    Los voluntarios se volcaron en ayudar a la yegua, bajo la atenta mirada de un guardia civil del Seprona que acudió a recopilar datos para redactar el informe; lo único que podía hacer, ya que la competencia está ahora en manos de Ganadería y del Juzgado de Guardia, en el que ProAn interpuso una denuncia.

    Ante la falta de mejoría de la yegua, Sheila Ruiz, miembro de Daya, decidió llamar a una veterinaria: «Me da igual si podemos o no estar aquí dentro o si puede venir un veterinario. Vamos a hacer todo lo posible porque no se muera, ya que no hay nadie más que se haga responsable de esta situación en este momento». Y así fue como llegó una veterinaria desde Vargas, quien tras auscultar al animal y hacerle un análisis de sangre básico comprobó que se encontraba «deshidratada y desnutrida».
    El diagnóstico estaba claro. «Si no se levanta en las próximas horas ya no habrá nada que hacer», explicó, Toñi Vicente, de la asociación de Torres. Fue entonces, cuando empezaron a organizarse por la tarde y hacer turnos para cuidar al animal, cuando llegaron los presuntos dueños de los tres equinos y les dijeron que ya se ocupaban ellos y que salieran del estable.
     

    El siguiente paso que dará Javier Izquierdo, de ProAn, será presentar en la Consejería de Ganadería un escrito, «porque no entendemos cómo no han asumido la tutela de estos animales desde el minuto cero y han dejado pasar el fin de semana sin hacer nada».


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