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La 'cuadra pirata' del Alto de El Churi, en Camargo, cerró ayer su penúltimo capítulo. Tras llegar a un acuerdo con la Consejería de Ganadería, el hijo del responsable del establo, quien dijo no saber nada de la situación hasta el pasado jueves, se ha hecho cargo de todas las reses. El sábado ya se llevó a un picadero de su propiedad dos caballos -que disponían de código identificativo-, y ayer, a última hora de la tarde, trasladó a los cuatro burros y otras tantas ovejas (el resto son de un ganadero de la zona) que quedaban, dejando solo una yegua como consecuencia de su precario estado de salud. Ganadería se encargará hoy de la identificación y saneamiento de las reses.
Queda pendiente que un veterinario de la Consejería evalúe a la yegua y tome una decisión. Su vida corre peligro desde que en la noche del viernes al sábado la falta de fuerzas hizo que se tumbara, sin que se haya podido volver a levantar, pese a los esfuerzos de los voluntarios que hasta allí se trasladaron. Fuentes de la Consejería de Ganadaría explicaron que la ley no les permite incautar a los animales, como pedían los representantes de las asociaciones protectoras.
Por ello, y como medida cautelar, se procedió a su «inmovilización» hasta que se llegó a un acuerdo con el hijo del responsable de la cuadra, que está imputado. Eso, según la Consejería, les permitió atender sanitariamente a los animales y darles de comer. Además, como los animales se llevaban a una finca situada en el mismo municipio de Camargo, «no hacía falta guía de traslado, por lo que el procedimiento fue más rápido», apuntaron desde Ganadería.
Carnero muerto
Pese a todo, la 'cuadra pirata' bien se podía denominar de los horrores. Ayer siguieron apareciendo nuevos animales muertos. En la caja del camión aparcado en el interior del establo medio derruido, entre palés y restos de escombro, los voluntarios, que un día más acudieron a cuidar los animales, descubrieron el esqueleto de un carnero. Con pena, indignación y cansancio fue subiendo la tensión entre los voluntarios y amantes de los animales que a lo largo de estos días han pasado por el establo, sobre todo cuando a primera hora de la tarde de ayer, apareció el hijo de imputado. «Conducía un buen todoterreno con un remolque. En cuanto pasó, todos saltamos. Fue un momento complicado, pero que se quedó en gritos», señaló uno de los vecinos del Alto de El Churi. Para apaciguar los nervios y poner paz, se trasladó la Guardia Civil, cuyos miembros no se movieron hasta que los animales fueron trasladados.
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