EL PROBLEMA DE LOS PERROS ABANDONADOS EN CASTRO


Amenaza al acecho En la comuna de Castro existen 12 mil canes en situación de calle, los que se han transformado en un problema de proporciones.


El dicho popular de que "el perro es el mejor amigo del hombre" no es aplicable por estos días en la capital chilota, al menos, no en todas partes. La razón: la sobrepoblación canina que deambula por las calles, problema que saca a la luz la falta de conciencia sobre la tenencia responsable de mascotas, la precaria educación sobre el tema y la insuficiente esterilización tanto de hembras como de machos.

Una de las situaciones más complejas y que ha causado mayor impacto es la presencia de jaurías en Castro Alto. Fue así como hace unos días, varios perros abandonados que luchan día a día por su subsistencia atacaron de madrugada los corrales de la granja educativa de un colegio del sector.

El acto, que se transformó en una masacre ecológica, terminó con más de una cincuentena de aves domésticas y exóticas muertas, daño avaluado por sus propietarios en más de un millón de pesos, costo que deberá ser asumido integramente por estos.

TIERRA DE NADIE

María Victoria Rozas, propietaria del predio afectado por el ataque, manifestó que se trató de la tercera ocasión en que sus animales son presas de los perros vagos.

"No hayamos a quién recurrir, ahora fueron las aves, antes fueron los chivos; no sabemos cuál será el próximo paso de estos perros que merodean permanentemente el sector ", expresó la acongojada vecina.

Rozas aseveró en que es habitual ver a personas que merodean por las cercanías del Parque Municipal, quienes aparentemente sabiendo que a escasos metros de su predio hay un canil -en la actualidad sin operaciones- aprovechan de deshacerse de sus mascotas.

Tal perrera, inaugurada en 2007, funcionó hasta septiembre de 2008 y dejó de operar debido a la falta de recursos.

El dictamen 34.751 de 2005 y 22.078 de 2007 de la Contraloría General de la República impide a la Autoridad Sanitaria eliminar a los animales. Dicho cuerpo legal, a su vez, determina la responsabilidad de las municipalidades como las entidades encargadas del retiro de los perros vagos en la ciudad.

Así, la competencia de la entidad de salud solamente entra en funcionamiento si se presenta un can contagiado con rabia o se dan ciertas condiciones epidemiológicas, según lo que también está avalado por el Código Sanitario.

El hecho de que se quiera la intervención de la Autoridad Sanitaria puede provocar un problema de responsabilidad legal y administrativa.

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