Los perros son queridos y necesarios, pero plantean diariamente el candente dilema de dónde y cómo tenerlos para que desarrollen su trabajo sin ocasionar dolores de cabeza a sus amos.
Dejarlos relegados en un rincón, amarrados a un árbol o a una reja, y disponiendo nada más que de una casita como su espacio propio, sin duda que no es la solución ideal para los perros ni para nosotros.
La doctora Francisca Melgarejo, directora médico del Hospital Veterinario Parinacota (Blanco Encalada 469), nos explica como definir un hábitat exclusivo para ellos, que responde a sus necesidades de espacio, libertad y albergue, y también a las nuestras.
El hábitat natural, del perro por ser un animal sumamente adaptable hace que pueda vivir en todos los ambientes, por supuesto, un perrito de departamento no puede ser dejado en el campo, bajo pretexto que es su hábitat natural... porque no lo es. El perro es una especie que desciende de los lobos, lo que son es lo que el hombre ha hecho de ellos. En síntesis el hábitat es el que el hombre le proporciona. Claro, siempre que sea un hábitat rodeado de afecto y buen trato.
LA CLAVE: COMODIDAD
Primero asígnale un lugar a tu perro. Puede ser dentro o fuera de la casa, sólo fíjate que en él se pueda resguardar del sol, la lluvia y el frío. Si va a vivir dentro de la casa, escoge un espacio especial para colocar su cama. Tu perro debe tener su propio espacio.
Mantén siempre limpio el lugar donde habita tu perro, además de seco y ventilado, para que no guarde humedad, calor ni malos olores.
Nunca uses desinfectantes comunes en el hogar, como cloro, limpiadores para pisos, para vidrios, etcétera. Puedes usar detergente, pero debes enjuagar muy bien la casa para no dejar residuos, porque ocasionan alteraciones en la piel de los animales, que pueden llegar a ser graves.
la estrella de arica. cl
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