Tras el doble atentado en el metro de Moscú, las medidas de seguridad se han reforzado en este medio de transporte. Los guardias patrullan los andenes acompañados por sus colegas de cuatro patas, que confían sólo en su olfato y no en las apariencias, que a veces engañan.
El jefe del metro de Moscú, Dmitri Gaev, dijo que el metropolitano necesita de 300 a 400 perros para garantizar la seguridad de los pasajeros. Los perros detectan sustancias peligrosas y además son capaces de ejercer influencia psicológica sobre los posibles delincuentes.
Según Gaev, cuando en el metro o en los aeropuertos se utilizan los perros, la gente que pasa reacciona de una manera diferente. Al mismo tiempo, las personas especialmente entrenadas observan la reacción de los pasajeros y toman una desición sobre si alguien debe ser cacheado o registrado con más minuciosidad.
Los policías de Moscú salen al servicio confiando plenamente en sus compañeros de cuatro patas. Para ellos los perros no son simples mascotas. Cada uno tiene un carácter de hierro y obedece al pie de la letra a su dueño. Los perros se entrenan diariamente según un programa especial y saben detectar sustancias peligrosas como si fueran verdaderos especialistas en explosivos. Y por mucho que los entrenadores se afanen en esconder un explosivo, el mastín tarda muy pocos segundos en descubrirlo. Para educar al perro a alcanzar tal nivel de maestría, se requiere muchísima paciencia y persistencia. Pero el resultado justifica tantos esfuerzos.
"Por su carácter, los perros no reaccionan en situaciones irritantes, ni tampoco ante los ciudadanos que están alrededor. Ellos sólo hacen directamente su trabajo" comenta Aídar Bíkbov, el jefe del centro ingeniero-técnico donde se entrenan los animales.
Después del doble atentado terrorista que sacudió el metro de Moscú el 29 de marzo, la vigilancia de las estaciones se reforzó. Los policías, junto a sus animales, patrullan los andenes para eliminar incluso la idea de que la pesadilla pueda repetirse
RT.COM
El jefe del metro de Moscú, Dmitri Gaev, dijo que el metropolitano necesita de 300 a 400 perros para garantizar la seguridad de los pasajeros. Los perros detectan sustancias peligrosas y además son capaces de ejercer influencia psicológica sobre los posibles delincuentes.
Según Gaev, cuando en el metro o en los aeropuertos se utilizan los perros, la gente que pasa reacciona de una manera diferente. Al mismo tiempo, las personas especialmente entrenadas observan la reacción de los pasajeros y toman una desición sobre si alguien debe ser cacheado o registrado con más minuciosidad.
Los policías de Moscú salen al servicio confiando plenamente en sus compañeros de cuatro patas. Para ellos los perros no son simples mascotas. Cada uno tiene un carácter de hierro y obedece al pie de la letra a su dueño. Los perros se entrenan diariamente según un programa especial y saben detectar sustancias peligrosas como si fueran verdaderos especialistas en explosivos. Y por mucho que los entrenadores se afanen en esconder un explosivo, el mastín tarda muy pocos segundos en descubrirlo. Para educar al perro a alcanzar tal nivel de maestría, se requiere muchísima paciencia y persistencia. Pero el resultado justifica tantos esfuerzos.
"Por su carácter, los perros no reaccionan en situaciones irritantes, ni tampoco ante los ciudadanos que están alrededor. Ellos sólo hacen directamente su trabajo" comenta Aídar Bíkbov, el jefe del centro ingeniero-técnico donde se entrenan los animales.
Después del doble atentado terrorista que sacudió el metro de Moscú el 29 de marzo, la vigilancia de las estaciones se reforzó. Los policías, junto a sus animales, patrullan los andenes para eliminar incluso la idea de que la pesadilla pueda repetirse
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